Qué puede salir mal al implementar un ERP

Hemos hablado de los sistemas de planificación de recursos empresariales ERP, así como de las ventajas que estos tienen, y como hemos podido percatarnos son bastantes y nos proporcionan una posibilidad de reducción de gastos así como de una mejor administración de recursos que es muy beneficiosa. Pero, no seriamos sinceros si no mencionamos que implementar un ERP también puede salir mal y derivar en fracaso.

1. Mal liderazgo

Las jerarquías en la empresa delegan obligaciones, pero en el sentido de liderazgo es necesario siempre contar con alguien que sepa hacerlo en cualquier circunstancia. El implementar un software de ERP puede ser complejo para algunas personas, y sí no cuentan con las capacidades o no se adaptan a ellas, se desencadenaran problemas que debemos controlar y afrontar.

2. Mala capacitación

De un mal liderazgo se puede además derivar una mala capacitación que afecte el uso del sistema de ERP, porque este ayuda a mejorar los procesos dentro de la empresa, pero sólo en la medida que se reconozca cómo ampliarlos, en lo que se refiere al uso del software.
Esto puede parecer algo obvio que no tiene mayor problema, pero en ocasiones un solo paso mal empleado puede alterar el resultado del sistema de planificación de recursos empresariales. Supongamos que las nóminas no se capturan cómo es debido, que terminan capturadas en las compras, y esto por sencillo que sea significará que el sistema ha fallado, pues la planificación es incorrecta, los recursos se han desperdiciado y la empresa sufrirá las consecuencias.

3. No saberse adaptar a las nuevas tecnologías

Quizá para muchos el pensar en las nuevas tecnologías no tenga que ver con saber usar una laptop o un teléfono inteligente porque es tan parte de su día a día que ya las encuentran no como nuevas sino como algo regular, pero no todos los casos son iguales.

Algunos empleados nuevos y con más años no siempre se adaptan a este tipo de procesos y encuentran realmente complicado el usar una PC o adentrarse a un programa de software ERP, por lo que la implementación se puede colapsar
gracias a ello.

Lamentablemente podemos decir que las tres cuestiones abordadas, tanto el mal liderazgo desencadenará en una mala capacitación y probablemente en una terrible adaptación del sistema de ERP, mismo problema en cadena que logrará finalmente el desplomar cualquier mejora o potencialización que se programó como resultado de implementar un sistema de planificación de recursos empresariales.

¿Qué hacer entonces?

Bueno ¡Podemos seguir como acostumbramos y olvidarnos de un ERP!, lo podríamos pensar. Pero la idea no es decirle no a esta optimización que puede llegar a nuestra empresa, sino adelantarnos a cualquier problema por medio de escoger al líder del proyecto de implementación de un ERP, al estar bien atentos a que efectivamente la capacitación vaya siendo comprendida y puesta en funcionamiento de manera efectiva y sobre todo, que no existan empleados o parte del equipo que se encuentre renuente a ese cambio que es para el éxito.