Rara vez las fallas de Implementación se deben al Software ERP

La digitalización empresarial se ha convertido en un factor imprescindible para aumentar la competitividad de cualquier negocio e insertarlo en las dinámicas del mercado moderno. De ahí que los ERP se hayan popularizado entre las empresas de todo tipo y tamaño, una industria que el 2016 fue valorizada en 82,3 mil millones dólares a nivel global.

Sin embargo, hemos visto varias veces que algunos sistemas ERP no satisfacen las necesidades del cliente: las estadísticas sugieren que el 74.1% de los proyectos ERP exceden el presupuesto y que 61.1% de las implementaciones demoran más de lo esperado. Al respecto, se suele culpar a la propia plataforma por las fallas relacionadas con la incorporación de la misma a determinado ambiente, pero ¿realmente es así?

¿A qué se deben las fallas de implementación?

A la luz de las estadísticas, parece evidente que las fallas de implementación no radican en la herramienta: una tercera parte de los compradores de ERP ni siquiera evaluaron el sistema antes de comprarlo, y un 22% de las empresas adquirieron el primer software que vieron. El problema está, entonces, en el factor humano.

Los empresarios deben tomarse el tiempo necesario para evaluar diferentes proveedores, a fin de encontrar el ERP que más se ajuste a sus necesidades específicas y presupuesto,haciendo hincapié en la verticalidad del producto, es decir, en la especialización que tiene dentro de determinada industria.

Implementar un sistema ERP va mucho más allá de la simple instalación de un software y de la infraestructura computacional adecuada para soportarlo: se requiere de la participación activa del capital humano -tanto del proveedor como del comprador- considerando absolutamente todas las necesidades de la empresa e identificando las falencias en los procesos administrativos y operativos, a fin de que la adopción del sistema permita reconfigurarlas y no se limite únicamente a la automatización de lo que ya está. De esta manera se adquieren las funcionalidades ideales para optimizar los procesos de la organización, pero también se asegura una implementación eficaz.

Por lo tanto, una de las fallas más comunes en los procesos de implementación es la falta de comunicación entre proveedor y comprador a la hora de hacer los análisis en mención.

¿Cómo lograr ese trabajo conjunto entre ambas partes?

La plana directiva de la empresa debe comprometerse con el proceso de implementación, pues es la única capacitada para alinear al personal con los objetivos del proyecto y para resolver las contingencias puntuales que se pueden presentar a medida que se avanza con el plan de trabajo.

Sin embargo, resulta aún más importante que el proveedor del sistema ERP cuente con una amplia experiencia en la implantación de estas plataformas dentro de la industria a la que pertenece la empresa. Esto garantiza que posee conocimientos específicos de los procesos empresariales en el sector, asegurando una evaluación precisa de las necesidades de la organización y una gestión ordenada de todo el proceso de migración al nuevo sistema.

En síntesis, cuando falla una implementación de ERP es posible que el software sea el menos culpable, y que todo el fracaso se deba a la falta de compromiso de la directiva, a las malas planificaciones y, sobre todo, a la falta de experiencia por parte de la empresa a cago de la plataforma.

Por ello, optar por un proveedor como MBA3 es optar por el camino seguro, garantizando que el sistema se adaptará a la perfección a la empresa gracias a un equipo técnico especializado, asesoría permanente y conocimiento cabal de la herramienta. Así, tu empresa puede estar tranquila de realizar una implementación exitosa desde el comienzo.