Contabilidad Electrónica: Utilizando la tecnología como aliada

En la vida es una buena estrategia tener aliados para contar con más herramientas de supervivencia. En temas de negocios y específicamente en materia fiscal, también podemos valernos de nuevos aliados que hoy en día la tecnología nos facilita.

Olvidarnos del tedioso proceso de facturación puede ser una buena manera de utilizar éstas alianzas, ese proceso se puede realizar ahora de manera virtual.

La web nos facilita la vida, por medio de ella nos ponemos en contacto con amigos, encontramos lugares, visitamos virtualmente sitios lejanos y hacemos trabajos freelance.

Por esto, no es de sorprender que las instituciones como el Servicio de Administración Tributaria SAT, se valga hoy de la web para poder ofrecer sus trámites y servicios de manera virtual, sin complicaciones.

Contabilidad Electrónica: Utilizando la tecnología como aliada

Usar la herramienta de facturación electrónica para poder emitir facturas por las actividades que generan ingresos o contribuciones, y hacerlo por medio de tan solo unos cuantos clics es genial.

Pero no es lo único que podemos hacer en el sitio del SAT. Gracias a la creación de las facturas electrónicas, podemos presentar las declaraciones mensuales y anuales que son obligatorias, ejecutando el proceso de forma sencilla y ordenada por medio de las herramientas online con las que cuenta el sitio.

Pero bueno, no todo es color de rosa, usando el sistema también corremos el riesgo de sufrir una denuncia en caso de que no estemos emitiendo facturas.

Esto último es algo que debemos evitar a toda costa, para no sufrir multas elevadas que pueden ir desde los $13,570.00 a los $77,580 o multas más bajas en el caso de los contribuyentes del RIF.

En cualquier caso, se debe propender a evitar las multas, más aun cuando el proceso de facturación es tan sencillo.

¿Cómo hago mis facturas de forma virtual?

El proceso de facturación es simple, comienza con tu cliente pidiéndote una factura; para esto es conveniente tener a la mano el RFC. Podemos ingresar posteriormente los datos a la plataforma de facturación, esa plataforma puede ser la del SAT u otra que contratemos, lo importante es que cuente con el sello digital de acreditación para garantizar mayor seriedad y seguridad.

Las facturas deben contar con lo siguiente:

• • Los datos fiscales del comprador
• • La suma, descripción e importes por los productos o servicios
• • Información adicional pertinente
• • Un correo electrónico para enviar la factura en formato XML

OJO: Aunque algunas empresas dejen en manos del comprador la emisión de la factura, esto no es una práctica aprobada por el SAT, por lo que pese a ser más cómoda para la empresa y de práctica común, es preferible evitarla.

La factura debe ser entregada de forma virtual o física para que el proceso se complete, la verificación de la factura también se puede hacer de manera virtual, como podemos ver, estamos ante una herramienta que beneficia tanto al cliente como al vendedor o prestador de servicio así que… ¡es buen momento para empezar a usarla!