¿Por qué la rudeza entorpece la productividad en tu empresa?
Casi todos saben que no todos los jefes son líderes, esto no es un secreto, pero muchos jefes siguen confundidos creyendo que son líderes, ¿qué es lo que hace a un líder?, mucho tiene que ver con el trato con la gente, empleados, colegas, clientes, proveedores.
Un líder debe tener una gran capacidad de empatía y saber que las relaciones, son fundamentales para cualquier negocio y área de trabajo.
La materia prima de un verdadero líder no está, fundamentalmente, en sus conocimientos del negocio, de la empresa o de los competidores, ni siquiera en la innovación o creatividad; la verdadera materia prima de la que están hechos los líderes es de humanismo, un líder sabe que trabajando en conjunto con sus colaboradores y compañeros logrará hacer crecer la empresa o negocio, y claro, él estará ocupado, también, en que las personas con las que trabaja crezcan profesional y personalmente.
Un líder entra a la empresa saludando de mano a todos los que encuentra en su camino, trata a todos siempre con respeto, se ocupa en su trabajo con pasión, además ayuda y orienta, siempre que le es posible, a quien lo necesite, éstas cualidades de humildad, esfuerzo y entrega les confiere una personalidad carismática y una calidad de excelencia en el trabajo, es impecable en estos aspectos, por ello muchas personas le buscan, pues auténticamente y con humildad tiende su mano a los demás, pues sabe que parte de su trabajo es ayudar a los demás.
Seguro has trabajado o escuchado de jefes que no tienen éstas cualidades humanas, que tratan con indiferencia a sus subordinados, que entran a las instalaciones del trabajo sin saludar a nadie, que nunca ayudan ni orientan, pero siempre que hay una dificultad actúa rudamente, en casos extremos, incluso grita, frente a todos, a algún subordinado, o actúa con violencia, aunque no dirija dicha violencia contra el personal.
Ésta personalidad está lejos de ser la de un líder y de beneficiar a la empresa. Un trato rudo no pueden, sino alejar a los colaboradores y subordinados, normalmente están vinculados con mucho egoísmo, donde sólo se preocupan por sí mismos, no se preocupan porque los demás hagan su trabajo de la mejor manera posible, ni por que crezcan en lo profesional o personal, sólo se preocupan porque las tareas se cumplan y quedar bien para mantener su puesto o conseguir uno mejor posteriormente, pero no por lograr mejoras, sino sólo por quedar bien ante esferas más altas.
Tener un jefe así en la empresa resulta un obstáculo para la innovación y el crecimiento, además de que se crearía un ambiente laboral tenso y desfavorable, sobre todo para los más jóvenes, llegando a convertirse, para el resto de los colaboradores en un desmotivante para trabajar con entrega y pasión, incluso podría generar deserciones de buenos trabajadores que junto con la baja de voluntad y entrega de los trabajadores se refleja en gastos para la empresa y baja productividad, quizá sólo la necesaria para salir al paso.
¿Quieres que tu empresa crezca? entonces contrata líderes o capacita en liderazgo al personal en tus puestos claves.